Las personas con este tipo de estrategia de personalidad tipo 1 son personas de fuertes convicciones, con un intenso sentido de los valores personales y morales.
Desean ser racionales, razonables y autodisciplinados, maduros y correctos en todas las cosas.
Altamente basados en principios, se enfocan en ser justos, objetivos y éticos. La verdad (honestidad), la integridad y la justicia son valores primarios. Personas muy responsables, con mucha integridad personal y con un propósito más elevado que ellos mismos (el deber antes que el placer).
En su mejor versión se vuelven extraordinariamente sabios y discernidos. Al aceptar lo que son y lo que es, se vuelven tremendamente realistas, sabiendo lo mejor que hay que hacer en todas las circunstancias. Humano, inspirador, esperanzador, todo un ejemplo a seguir y grandes personas. Son realmente objetivos y portadores de la verdad. Nos enseñan a hacer las cosas bien hechas.
Cuando están bajo estrés o tensión (algo que les suele suceder a menudo puesto que les cuesta demasiado relajarse y disfrutar de las cosas), se vuelven insatisfechos con la realidad. Se vuelven idealistas de alto nivel, sintiendo que hay que mejorar todo, porque está todo mal. Se vuelven cruzados, críticos y se obsesionan con las causas y con los “esto debe ser así y no asá”. Cuando no están serenos, se vuelven miedosos a cometer errores para que nadie puede criticarlos (lo que más temen y de ahí el tratar de hacer todo lo más perfecto posible hasta llegar a obsesionarse con ello, para no recibir ninguna crítica), puesto que temen la crítica así que se vuelven muy consistentes con sus ideales y se vuelven más ordenados y bien organizados pero mucho más rígidos, emocionalmente suprimidos (controlan mucho sus emociones porque no le parecen lo suficientemente correctas), manteniendo sus sentimientos e impulsos bajo estricto control. Muchas veces se vuelven workaholic, obsesivo-compulsivos, muy estrictos con la puntualidad, pedantes y fastidiosos con los demás porque las cosas nunca están suficientemente bien ni correctas ni son perfectas. Se vuelven altamente críticos tanto de si mismos (ahí vemos toda su exigencia y su juez interno castigador) como con los demás: exigente, juzgador y perfeccionista. Opina sobre todo, procuran corregir a las personas para que hagan lo que ellos consideran que hay que hacer. Impacientes, nunca parece que están satisfechos con nada, a menos que sea hecho bajo sus prescripciones. Moralizador, reprendedor, indignado y airado (se le reconoce en este estado “gruñón” y le cuesta mucho salir de ahí).
Cuando están en su peor momento, se vuelven altamente intolerables e inflexibles. Muy intransigentes. Obsesivos con su idea de lo que es correcto o incorrecto y sobre todo con las imperfecciones de los demás. Mientras más juzgan fuera más duros son además consigo mismos, porque aquí su juez interno les mortifica.
Sienten que están aquí para reformar (quieren reformar al mundo, a los demás y a sí mismos), para cumplir con las normas y mejorar el mundo en general para convertirlo en algo lo más perfecto posible según su idea de la perfección, y que si no fuera por ellos, nadie haría nada. Son geniales para centrarse en los detalles, aunque cuando están en modo crítico lo que hacen es rastrear fallos y ver los detalles negativos.
Generalmente, controlan sus emociones, especialmente la ira, y al meterla hacia dentro, al “implotarla” esto les causa mucha rigidez en su postura y en su comportamiento (suelen tener la espalda muy recta y rígida casi siempre y problemas de rigidez también en hombros y cuello ya que acumulan ahí toda esa represión y control hacia dentro). Consideran la ira como una emoción mala y ellos desean ser buenos y correctos y la ira no es correcta así que la implotan, la reprimen desde el inconsciente, saliendo a la luz al final en forma de impaciencia, frustración, enfado y crítica juzgadora. Por esta razón, pueden ser difíciles los Unos para las personas más cercanas en este caso, pero por otra parte, tienden a ser leales, responsables y amigos y compañeros y trabajadores muy competentes.
Las personas con este tipo de personalidad son personas serias, muy formales y comprometidas. ¡Si quieres que algo se haga de verdad y se haga bien haz responsable a un 1 sin duda!. Siguen siempre las reglas y procesos y esperan que los demás también lo hagan. Son realmente precisos y centrados en los detalles para controlar que todo salga perfecto (o lo máximo posible) y no pararán hasta conseguirlo, aunque a veces les lleve a un extremo casi insostenible y les cree mucha ansiedad y estrés conseguir alcanzar sus propios estándares. Siempre sienten que nada es lo suficientemente perfecto y que ellos tampoco lo son, así que todo el rato van con su propio látigo.
Como creen tan firmemente en sus convicciones, son excelentes líderes que pueden inspirar a aquellos que les siguen en esa visión de excelencia. Muchos movimientos reformistas son liderados por Unos.
También pueden ser personas ambiciosas y muy, muy “currantas” como decía anteriormente. Son personas activas y prácticas, personas que hacen las cosas. Son grandes organizadores de manera innata, casi siempre con listas de tareas pendientes que suelen terminar todo lo que se proponen en su lista. El último en dejar la oficina, el primero en estar ahí por la mañana, honestos y cumplidores de sus deberes. Geniales, por tanto, no sólo manteniendo el orden y organizando sino también en todo lo que sea áreas de protocolo son tareas que se les dan de maravilla.
El problema, como veíamos es que todas estas exigencias autoimpuestas les genera esa tensión interna y les cuesta mucho relajarse y disfrutar sin más de los múltiples placeres de la vida (por ahí va justo su camino de evolución y crecimiento.. el relajarse y reírse de si mismos y de la vida y aceptar las cosas tal y como son, al irse a lo mejor del 7 que es una de sus flechas en el eneagrama y a dejar salir también sus emociones y su creatividad, al irse a la mejor parte del 4 que es su otra flecha).
Les cuesta también mostrar sentimientos de ternura al ser tan reprimidos emocionalmente y no permitirse relajarse, ya que lo ven como un signo de debilidad y una falta de control (que vemos que no se permiten). Les falta justamente espontaneidad, dejarse llevar, fluir. Aún así tienen múltiples intereses y múltiples talentos, como hemos ido viendo. Hacedores natos que no tienen problema en quitarse los anillos y hacer que las cosas se hagan. En el fondo, no podríamos vivir sin Unos en el mundo, gracias a sus múltiples virtudes, ya que a veces es necesario esta objetividad y esta manera de querer ser correctos y buenos y que las cosas se hagan y se hagan bien hechas y no de cualquier manera (como ellos tienden a pensar de los demás).
Suelen ser muy inteligentes e independientes y pueden ser a veces malidentificados como eneatipos 5, pero al contrario que éstos, los Unos son generalmente gente de acción y no de pensamiento y quedarse encerrados en sus mentes. Los Unos tienden a preocuparse y a veces son presos de la ansiedad y podrían confundirse con los eneatipos 6, pero son mucho menos buscadores del bien común como los Seises y sus estandars no se basan en conseguir consensos de grupo. Es decir, cuando los 6 entran en ansiedad consultan con todo el mundo hasta conseguir una especie de consenso, también incluso en sus propias mentes a la hora de decidir donde tienen algo así como una Asamblea de Pensantes, cosa que los 1 hacen sólo con su propio Juez Interno y no busca este consenso de grupo. Finalmente, cuando llevan sus exigencias y su búsqueda de la perfección a niveles extremos, pueden llegar a caer en depresión. En ocasiones pueden confundirse también con el eneatipo 4 pero la diferencia es que los Cuatros son más autoindulgentes mientras que los Unos son más auto-negadores (se niegan las cosas, sentimientos o pensamientos como autocastigos autoimpuestos a veces). Los Cuatro son emocionalmente muy expresivos, justo al contrario que los Uno que son mucho más constreñidos emocionalmente.
Motivaciones clave de la personalidad tipo 1:
Quieren estar en lo cierto, tener razón. Tener integridad y equilibrio, esforzarse por mejorar y mejorar a los demás. Quieren ser coherentes y consistentes con sus ideales y estar por encima de las críticas para no ser condenados ni juzgados por nadie.
Su mayor miedo es la crítica, el no ser correctos, ser malas personas o seres imperfectos. No hacer las cosas bien hechas según sus principios.
Su punto ciego o su pasión es la ira soterrada.
Su mayor virtud en su mejor estado o momento es la serenidad, la aceptación de la realidad y alcanzar la verdad con objetividad y ser un ejemplo para todos los demás.
Hasta aquí el resumen del tipo de personalidad 1 del eneagrama, aunque hay muchísima más información que iremos viendo poco a poco, pero quería aquí ver un marco general para que pueda entenderse de manera global las gafas o el filtro/sesgo cognitivo con el que ve el mundo el Uno (que forma parte de la tríada visceral o instintiva, temas de los que ya iremos hablando).
Espero que os haya gustado y servido y pueda iros ayudando a conoceros mejor o a entender a personas de este tipo de personalidad para ponernos en sus zapatos.
Os dejo este chiste eneagrámico ya para terminar, exagerando cada una de las nueve estrategias de personalidad del eneagrama: