
EL SENSIBLE Y ESPECIAL
BUSCADOR DE IDENTIDAD
Si tu estructura de personalidad funciona como la de un eneatipo 4, eres un buscador de identidad, que se siente único y diferente.
También llamado El Individualista, este tipo de personalidad tiende a construir sus identidades alrededor de su percepción de si mismos como de alguien diferente y único; son muy autoconscientes de su individualidad. Tienden a ver este ser “diferente” de los demás como un don y a la vez como una tortura. Un regalo o un don porque a menudo parecen separarse de las formas más simples de la felicidad de otros que parece llenarles de alegría. No son de la masa y eso les gusta. No son uno más del montón. De hecho, esta diferenciación a veces les hace sentirse superiores de cara al resto pero por debajo, en lo más profundo, oculta un sentimiento de falta, de carecer de algo que los demás sí ven que tienen y de ahí su envidia. No una envidia en el sentido de algo material sino de que algo les falta a ellos, que los demás siempre han tenido y tienen más suerte que ellos. Que todo a ellos parece que les cuesta más y todos los demás siempre parecen felices con sus vidas. Más felices que ellos. De hecho, no paran de compararse con los demás y en esta comparación, casi siempre, salen perdiendo dentro de si mismos y este sentimiento es el que hace que su pasión sea la envidia, en ese sentido.
Es curioso porque van pendulando entre un sentimiento de sentirse como parte de la aristocracia a sentirse como algo realmente defectuoso y con un profundo sentido de vergüenza.
Es como si pasaran a veces de sentirse guay del paraguay a sentirse caca de la vaca, expresado en un lenguaje muy coloquial, para que se entienda bien. O se comen el mundo y se sienten superiores y de una elite superior o se sienten que no valen absolutamente nada y que son defectuosos.
COMPLEJOS EMOCIONALMENTE
Los 4 son emocionalmente muy complejos y altamente sensibles. Su mayor necesidad es ser entendido, comprendido. Siempre tienen esa sensación de: “nadie me entiende”. Quieren ser entendidos y apreciados por lo que son, por sus auténticos “yo”, pero suelen sentirse fácilmente incomprendidos o malinterpretados y poco apreciados en realidad.
Tienen tendencia a ver el mundo de algún modo cruel o duro y generalmente suelen ser temperamentales y con cambios frecuentes de humor. Se dejan llevar por sus emociones y de hecho disfrutan en su interior exagerándolas y potenciándolas porque así se sienten “vivos”. Prefieren sufrir a no sentir nada porque al menos si sienten dolor es que están vivos y necesitan estar conectados todo el tiempo a sus emociones.
Suelen pasar mucho tiempo navegando en sus propios estados mentales, en su propio mundo interno (son introvertidos), donde son libres para cultivar y analizar sus sentimientos. Sienten un gran deseo de manifestar este mundo interno y a menudo esto hace que se interesen por el mundo artístico. Sean o no artistas, sí es cierto que tienen una sensibilidad especial para lo estético y bello y les gusta mostrar esta parte de arte hacia fuera bien sea a través del arte, o de su ropa o de su forma de expresarse que es donde quieren dar a entender ese individualismo; ese ser diferente de los demás. Que en estado sano y adaptativo es maravilloso porque son muy creativos, muy idealistas y crean belleza de verdad y en estado insano o llevado al máximo extremo acaban siendo estrambóticos y pasados de rosca.
PUEDEN VOLVERSE ASÍ
Es decir, cuando llevan al límite su estrategia de querer ser diferentes, se pueden volver raros y todo en exceso, estrambótico, como decía y al final olvidan que todos somos únicos y especiales por nosotros mismos sin tener que forzarlo para llamar la atención y que los demás lo vean.
Además, el Eneatipo 4 suele tender siempre a la melancolía y bajo estrés tienden a caer en depresión con mayor frecuencia que el resto de eneatipos. Les dan bajadas muy potentes y al final la melancolía acababa coqueteando con la depresión. Suelen experimentar esa falta de placer en sus vidas y eso hace que se metan más y más profundo en si mismos hundiéndose fácilmente. En lugar de buscar soluciones prácticas ante sus dificultades, suelen fantasear acerca de un salvador que los rescate de esta infelicidad y que por fin les entienda y les quiera tal y como son apreciando que son únicos, unos diamantes y no una simple piedra.
Suelen tomar todo como algo personal y al ser tan sensibles implica también que son muy susceptibles. Al sentir que todo va hacia ellos como un ataque pueden reaccionar o bien entrando en esa tristeza de la que hablábamos de que nadie les entiende o bien salir al ataque y reaccionar de manera siempre “a la defensiva”.
CON PIES DE PLOMO
Si eres pareja de un eneatipo 4 ya sabes que debes de ir siempre “con pies de plomo” porque se lo toman como algo personal ya que es el eneatipo que más autoreferencia tiene de sí mismo.
En estado sano pueden ser grandes psicólogos, humanistas, entienden el dolor ajeno a la perfección porque lo han experimentado y pueden ser de gran ayuda dada su compasión. Aprencian a las personas auténticas y saben ver las mejores cualidades en los demás porque acaban teniendo una gran comprensión del ser humano a base de estudiarse tanto a sí mismos. Por eso, la pasión del 4 es la envidia pero su mayor virtud es la ecuanimidad, poder ver las cosas como son, en calma, sin depender tanto de la emoción hasta esos extremos y manteniendose en un estado de equilibrio sin esas subidas y bajadas tan potentes que fuerza para sentirse vivo.
ALAS FLECHAS SUBTIPOS
Hasta aquí terminamos esta pequeña primera descripción del eneatipo 4 y de sus rasgos generales, pero hablaremos más adelante de sus alas, de sus flechas, de los subtipos de 4, de sus mayores virtudes y cómo ir evolucionando.
Un abrazo
Ana Aparichi